martes, 1 de diciembre de 2015



Video de las actividades de la tulpa juvenil en el 2015.


La Tulpa es entonces el lugar de reunión para conversar al calor de las llamas, es un espacio cotidiano donde se teje la conversa, donde se reflexiona y se construye comunidad. Hemos ido llenando también este nombre de contenido desde lo simbólico de pasar del Rescoldo a La Tulpa, de nuevamente encender el rescoldo y tener una gran llama que representa la perseverancia y entusiasmo con que hemos sabido trabajar. La Tulpa ha venido trabajando en tres líneas generales de acción: 1. La educación popular: consideramos que es fundamental construir escenarios educativos para la reflexión crítica, donde no se imponga la palabra sino que se procure la reflexión colectiva y horizontal desde el diálogo de saberes. Es importante pensar desde nuestra realidad, usar metodologías participativas y reflexionar sobre nuestra posición como sujetas y sujetos políticos, asumiéndonos como participes de nuestro propio proceso de aprendizaje. 2. La reconstrucción de la memoria: le hemos apostado al reencuentro con pasado, reconociéndonos fruto de una historia inmediata llena de violencias y opresiones, pero a su vez fruto de una historia de esfuerzos y procesos de construcción populares. El encuentro con la memoria es también el compromiso de liberar del olvido las voces silenciadas que tiene una historia que contar, además de considerarla un gran aporte a nuestra identidad cultural. 3. La defensa y la construcción del territorio: nos hemos asumido como actores políticos y comunitarios en el territorio, entendiendo este como un cumulo de relaciones entre un entorno cultural y un espacio geográfico determinado. Hoy levantar la bandera de la defensa del territorio es fundamental si se lee en clave histórica el permanente saqueo a que América Latina ha sido sometida, abanderamos también la lucha por el reconocimiento de los ecosistemas como entes vivos y creadores de vida que es necesario preservar para nuestra sobrevivencia, defendemos a su vez las culturas campesinas y comunitarias forjadas y forjadoras de nuestro territorio. 

El 24 y 25 de septiembre participamos del Festival del Agua del Oriente Antioqueño convocado por el MOVETE y el foro subregional de la Cumbre Agraria Étnica y Po- pular, evento que nos permitió encontrarnos con otras y otros que se vienen pensan- do el territorio desde la organización popular, además de ser un escenario fundamental para conocer las problemáticas de la región desde las voces mismas de los territorios, tener un mapa general de la situación causada por los conflictos socio-ambientales como resultado de la imposición de un modelo de desarrollo desde el gobierno nacio- nal y los grandes emporios económicos que sólo ofrendan muerte y saqueo para nues- tros territorios con su locomotora minero-energético; un encuentro donde la comuni- dad pudo debatir con la institucionalidad departamental y las autoridades ambientales

Era grato pensarse de nuevo en clave regional, entender nuestros problemas no de una manera aislada sino precisamente como un territorio común que compartimos y que exige soluciones comunes, retomar la tradición de lucha y resistencia que ha tenido el Oriente. Allí en la movilización nace la consigna de La Tulpa, que más que una consigna representa una conclusión y un proyecto político: ¡Vamos a las calles que el poder del pueblo construye su Dignidad!

Fragmentos de la Cartilla "Contar nuestra historia. Memorias de la Tulpa 2015"







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